Es Pascua... ¡Que se note!

Aunque el tiempo no acompaña mucho, o más bien nada, estamos en Primavera, la época más bonita del año, pero sobre todo, superior a todo, ¡Estamos en tiempo de Pascua! ¡Jesús ha resucitado! Y eso nos da la esperanza, la alegría y todo para salir con una sonrisa a la calle y comernos el mundo e infectarlo de amor.

Cuántas gracias tenemos que dar a Dios por tantos frutos que estamos viendo estos días...

La semana pasada, recibíamos a Victoria, miembro del Centro Español de Sindonología. Ya vinieron el año pasado y siempre nos sorprenden contándonos sobre la Sábana Santa, su historia, sus estudios...

¡Qué impresión! Y nunca mejor dicho,...

Este domingo, tuvimos la gran alegría de poder bautizar a tres nuevos miembros de la Iglesia. Qué familia tan bonita y qué niños tan buenos... Qué felicidad tenían y qué bien lo pasamos con ellos.

Tenemos otra gran alegría que compartir, y es que como fruto de la Semana Santa, un nuevo grupo de jóvenes están dispuestos a seguir creciendo en la fe, y ya han tenido este domingo su primera reunión: son chicos de entre 15 y 20 años, y sus encuentros son los domingos a las 11 de la mañana, por si alguien más quiere unirse, está totalmente abierto.

También el domingo, aunque ya más bien el lunes, estuvimos pegados a la televisión, porque Yolanda, nuestra amiga de Extremadura que recibió uno de nuestros globos del Domingo de la Alegría, fue al programa de Teresa Viejo "El lado bueno de las cosas" para contar su experiencia. Allí lloramos todos con ella y con Amparo, nuestra catequista, ya que casualmente fue el globo que llegó, aunque con ella estábamos todos.

Dios actúa, cada día en nuestras vidas, en las cosas más pequeñas, en todo lo que hacemos. Solo tenemos que tener los oídos bien abiertos para estar atentos, y poner un poquito de nuestra parte.

Ayer teníamos la noticia de que el Papa Francisco había escrito la nueva exhortación apostólica "Gaudete et exultate", que básicamente viene a decir que todos estamos llamados a ser santos, pero santos de altar. 

Le dedicaremos otro post muy pronto.

Haciendo el bien, amando, llevando por obra lo que Jesús nos enseñó, veremos cosas muy grandes en nuestras vidas y en las de los demás, y en un futuro, cuando Dios quiera, en la vida eterna, en el Cielo.

Por ahora, como nos dijo el Señor en el Evangelio del domingo, "dichosos los que no han visto y han creído".

Que nuestra alegría llegue muy lejos, y que seamos siempre sembradores de paz y de alegría.