Día de todos los Santos: los pies en la tierra, y la mirada en el Cielo
Mañana, la Iglesia celebra un día muy importante: el día de Todos los Santos. Más allá de las tradiciones típicas de estos días: las puches, los huesos de santos, las flores, los disfraces la noche anterior... Celebramos algo muy muy grande, y es que Cristo nos ha abierto las puertas del Cielo muriendo en la Cruz por nosotros y hay gente que ya está con Él disfrutando de la felicidad que no acaba, la que es para siempre, para siempre, para siempre. Es tradición ir a los cementerios y rezar a nuestros seres queridos. Es precioso darles las gracias por sus vidas entregadas y por todo lo que han hecho por nosotros y porque gracias a ellos somos lo que somos hoy en día. Lejos de ser un día triste, es una FIESTA, porque en nuestros cementerios hay probablemente muchos Santos, gente que ha llegado a la Meta. Decía San Pablo, que "ni ojo vio, ni oído oyó lo que el Señor tiene preparado para los que le aman". Los santos eran gente normal, con defectos, con pecados... Pero q