Nuestra alegría ha llegado muy lejos
Este domingo contamos en Misa que uno de los globos que soltamos al aire el Domingo de la Alegría, había llegado a Francia. Pues bien, por si lo dudabas, aquí lo tienes. La receptora se llama Marie-Reine, es una señora de 65 años madre de 3 hijos y 4 nietos, que vive en La Rochelle. Cuenta que se encontró un globo naranja paseando por el campo y que le llamó la atención. Leyó el mensaje que venía dentro y que le encantó el mensaje de amor y amistad que venía en el, y que reza por nosotros. Este es solo uno de los que mandamos. Seguro que han llegado muchos más. Lo importante es que el mensaje de Alegría y Amor lo llevemos cada día con nosotros y lo peguemos a los de nuestro lado. Muchas veces, aún sin saberlo, cambiaremos la vida de muchas personas, haciéndoles la vida más fácil y agradable.