San José
Hoy celebramos a un gran Santo de la Iglesia: San José. Quizá es un poco el gran olvidado, pero que fue imprescindible en la vida de Jesús. Fue su padre en la tierra. El que le cuidó, le enseñó a trabajar, le dio de comer... Por eso la Iglesia reconoce a San José como su protector y patrono. Muchas veces se le dibuja como un señor mucho mayor que la Virgen, y como en segundo plano, y no deberíamos verle así... Fue un hombre corriente, un padre de familia, un trabajador que se ganaba la vida con el esfuerzo de sus manos. Tanto San Mateo como San Lucas nos hablan de San José como de un varón que descendía de una estirpe ilustre: la de David y Salomón, reyes de Israel. Los detalles de esta ascendencia son históricamente algo confusos: no sabemos cuál de las dos genealogías, que traen los evangelistas, corresponde a María —Madre de Jesús según la carne— y cuál a San José, que era su padre según la ley judía. Ni sabemos si la ciudad natal de San José fue Belén, a donde se dirigió a