"Mis planes no son vuestros planes...

...mis caminos no son vuestros caminos".

Esta frase que leemos hoy en Misa resume el pensamiento de Dios, que siempre es superior a nuestro juicio.

En el Evangelio vemos dos tipos de obreros que van a trabajar en la viña: los que trabajan desde el principio, bien, dándolo todo, y los que llegan a última hora y aún así se salvan igual.

¿No nos pasa a nosotros también, que nos cuesta que valoren a uno que acaba de llegar igual que a nosotros que hemos estado trabajando desde el principio? A primera vista parece injusto, pero el Amor es más grande que la justicia y que todas las normas. Piensa si ese de última hora fuera un familiar tuyo, o una persona querida, ¿No querrías que se salvara aunque fuera a última hora?

Los jornaleros que llegaron a primera hora se quejan porque los últimos son tratados igual. Se escandalizan porque Dios, la Iglesia se abre a todos. ¿Nos pasa lo mismo a nosotros?

Los planes de Dios no son los nuestros. Todos le importamos, a todos nos quiere de una manera individual y única. No nos quiere en manada, nos quiere por nuestro nombre: Juan, Pedro, Pilar, María, Paula, Raquel, Iván... Tú tienes un hueco único en el corazón de Dios que nadie mas que tú puede llenar.

No somos merecedores de nada, pero aún así Dios nos lo quiere dar todo. Solo tenemos que estar atentos con los oídos bien abiertos para escuchar su llamada. No por el premio a recibir, que será inmenso, sino porque el premio es ya seguirle. 

"La felicidad del Cielo es para los que saben ser felices en la tierra".