Evangelio 22 de abril 2016
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-6):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
No estamos perdidos, no estamos solos. Jesús nos ha marcado el camino claro a seguir: Él mismo. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.
Por eso, antes de hacer cosa alguna, preguntémonos si Jesús lo haría así. De esta forma, muchas palabras hirientes, tiempos ociosos, miradas, pensamientos... Los evitaremos, porque no queremos separarnos del Camino, la Verdad y la Vida.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»
Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
No estamos perdidos, no estamos solos. Jesús nos ha marcado el camino claro a seguir: Él mismo. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.
Por eso, antes de hacer cosa alguna, preguntémonos si Jesús lo haría así. De esta forma, muchas palabras hirientes, tiempos ociosos, miradas, pensamientos... Los evitaremos, porque no queremos separarnos del Camino, la Verdad y la Vida.
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