Evangelio 16 de diciembre 2015

Lectura del santo evangelio según san Lucas (7,19-23):

En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?» 
Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron: «Juan, el Bautista, nos ha mandado a preguntarte: "¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?"» 
Y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista. 
Después contestó a los enviados: «ld a anunciar a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Y dichoso el que no se escandalice de mí.»


Jesús es el Mesías, y nos da señales muy claras para que le veamos, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Las disposiciones interiores son muy importantes para poder ver y conocer a Dios.

Nuestra vida está llena de sucesos y acontecimientos en los que Dios se manifiesta, lo que pasa es que hay que tener cierta visión sobrenatural para poder entenderlos con la hondura que tienen e interpretarlos así.

Hoy vamos a tratar de tener más presencia de Dios, es decir, tratar de verle en las cosas pequeñas que pasan en nuestro día, o en las grandes, y vamos a tratar de convertir el corazón para encontrarle en nuestros quehaceres.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuestra Señora de las Mercedes

El cura no tiene horarios. Se levanta sacerdote y se duerme sacerdote

Famosos que han encontrado a Dios