Evangelio 25 de noviembre 2015

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,12-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»


Las palabras del Señor son siempre actuales, y hoy más que nunca tenemos presentes a tantos y tantos mártires por Cristo que hay en el mundo, ahora, en 2015, en Oriente, en Irak, en Irán, en Siria... Y no tan lejos, aquí cada uno tenemos nuestro "martirio", que no será seguramente que nos cuelguen por no querer renegar de nuestra fe, nuestro martirio tiene que ser el ordinario, el de todos los días: el de dar testimonio de Cristo en el trabajo, en mi ambiente con mis amigos, en mi propia familia... Ahí es donde es más difícil ser fiel.

Ante todo lo que sufre la gente por Cristo, nos podemos preguntar cada uno: ¿Y yo qué hago por Él? ¿Soy valiente en demostrarle a la gente que creo en Dios, y que me hace feliz?


Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuestra Señora de las Mercedes

El cura no tiene horarios. Se levanta sacerdote y se duerme sacerdote

Famosos que han encontrado a Dios