Evangelio 24 de noviembre 2015
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,5-11):
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»
Jesús no es un profeta de calamidades, sino de paz, de alegría y salvación. Lo que quieres es enseñarnos a vivir como fieles servidores suyos para que siempre triunfe su amor, y que sepamos leer los signos de los tiempos en el día a día. Quiere que no nos dejemos engañar por falsas salvaciones o por promesas espectaculares. Quiere que trabajemos para construir el presente llevando una vida auténtica y coherente. Que nos planteemos la vida desde el Evangelio porque es la mejor manera de conocer la voluntad de Dios y prepararnos para su Venida.
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»
Jesús no es un profeta de calamidades, sino de paz, de alegría y salvación. Lo que quieres es enseñarnos a vivir como fieles servidores suyos para que siempre triunfe su amor, y que sepamos leer los signos de los tiempos en el día a día. Quiere que no nos dejemos engañar por falsas salvaciones o por promesas espectaculares. Quiere que trabajemos para construir el presente llevando una vida auténtica y coherente. Que nos planteemos la vida desde el Evangelio porque es la mejor manera de conocer la voluntad de Dios y prepararnos para su Venida.
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