Evangelio 27 de octubre 2015
Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,18-21):
En aquel tiempo, decía Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.»
Y añadió: «¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.»
Jesús nos dice hoy que el Reino de Dios es una realidad que crece. El bien de por sí es expansivo, y Dios es toda la Belleza, toda la Bondad, toda la Verdad.
También lo compara Jesús con la levadura, es decir, es algo que no se ve, a simple vista es invisible, pero tiene efectos, transforma desde dentro.
A esto estamos llamados nosotros, a ser levadura en medio de la masa: aparentemente invisibles, pero llamados a levantar la temperatura espiritual allá donde nos encontremos.
No se es cristiano solo una hora a la semana, en Misa el domingo, sino que se es siempre, y tenemos el deber de llevar el buen olor de Cristo al trabajo, a la familia, a los amigos, en los bares. Allá donde estemos, que se note que hay un Hijo de Dios.
En aquel tiempo, decía Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.»
Y añadió: «¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.»
Jesús nos dice hoy que el Reino de Dios es una realidad que crece. El bien de por sí es expansivo, y Dios es toda la Belleza, toda la Bondad, toda la Verdad.
También lo compara Jesús con la levadura, es decir, es algo que no se ve, a simple vista es invisible, pero tiene efectos, transforma desde dentro.
A esto estamos llamados nosotros, a ser levadura en medio de la masa: aparentemente invisibles, pero llamados a levantar la temperatura espiritual allá donde nos encontremos.
No se es cristiano solo una hora a la semana, en Misa el domingo, sino que se es siempre, y tenemos el deber de llevar el buen olor de Cristo al trabajo, a la familia, a los amigos, en los bares. Allá donde estemos, que se note que hay un Hijo de Dios.
Comentarios
Publicar un comentario