Evangelio 19 de octubre de 2015

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?»
Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»
Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.»


Es lógico y normal aspirar a vivir bien, a que tu familia se sostenga y querer mantenerla, pero Jesús hoy nos habla del que pone su corazón y sus aspiraciones en el tener más a toda costa, y acumular por acumular.
La necedad de este hombre que pone el Señor por ejemplo, está en haber puesto su esperanza y su fin último en algo tan pasajero como los bienes de la tierra.
Estamos aquí de paso, de camino hacia el Cielo, y el dinero, los bienes, la profesión,... tienen que ser palos que usemos para andar en el camino, nunca piedras que nos impidan andar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuestra Señora de las Mercedes

El cura no tiene horarios. Se levanta sacerdote y se duerme sacerdote

Famosos que han encontrado a Dios