Evangelio 18 de septiembre de 2015

Lectura del santo evangelio según san Lucas (8,1-3):

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.


Las mujeres en la Iglesia siempre han sido muy importantes. Desde la Virgen María, Madre de Dios, hasta estas santas mujeres que seguían y ayudaban al Señor con lo que podían.
Las mujeres dan a la Iglesia ese tono maternal que ellas pueden dar: pendientes de la gente, de los detalles, con ese sexto sentido tan característico y que tanto bien hace y que es tan atractivo.


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