Peregrinación a Ávila.

Ayer, sábado, nuestra Parroquia decidió ir tras las huellas de Santa Teresa de Jesús, en Ávila, con la ocasión del V Centenario de su nacimiento y aprovechando para ganar el Jubileo que la Iglesia ha concedido en esta celebración tan grande para toda la Iglesia.

Si algo se puede decir del día de ayer, es que fue un día muy bien aprovechado.

Por la mañana, nada más llegar, tuvimos el privilegio de celebrar la Eucaristía en el altar de la Trasverberación del Monasterio de la Encarnación, y más tarde pudimos visitarlo por dentro. Tuvimos mucha suerte con nuestro guía, Fernando, todo un personaje.

Después de tomarnos un café, fuimos a visitar las Edades del Hombre. Primera parada: Monasterio de Gracia, donde estudió la Santa y vio su vocación a través de una de las monjas que le enseñaban.

Para comer, hubo diferentes versiones, pero el caso era combatir el hambre y el calor cada uno como pudiera... Eso sí, temperaturas mucho mejores que las de la Mancha.

Por la tarde, nos podrían pefectamente haber dado una medalla al mérito civil... o por los 100 metros lisos. Gracias a Gloria, nuestra guía, pudimos ver muchos de los monumentos más importantes, y muy bien explicados todos: iglesia de San Vicente, la Catedral, la casa de Santa Teresa, el Convento de San José...

Pues sí, un día muy bien aprovechado, y sobre todo con la alegría de haber compartido juntos esta convivencia y con todo lo que la santa ha aportado a nuestra vida, que es el objetivo, aprender de un santo a cómo ser santo.