¿Y si empiezo yo hoy?

Una de las cosas que nos detienen para hacer el bien a los demás es casi siempre el pensar que, total, no te lo van a agradecer, y que no arreglas el mundo con una limosna que le das a un pobre, o que no hay que excederse tampoco, que ya bastante hago con "cumplir" con quienes tengo alrededor, y que todos tenemos problemas y a mi no me ayuda nadie.

¿Y si cambiamos el chip? Prueba a dar sin esperar nada a cambio. A tener detalles escondidos que quizá nadie vea. Dios sí que los ve. Y verás qué cadena de favores tan maravillosa despiertas a tu alrededor.

Sí, no vas a cambiar el mundo, pero gota a gota se hacen los océanos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Nuestra Señora de las Mercedes

El cura no tiene horarios. Se levanta sacerdote y se duerme sacerdote

Famosos que han encontrado a Dios