Evangelio 11 de mayo 2015
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»
Estas palabras del Señor, nos consuelan. Ya nos advierte que ser cristiano no es tarea fácil. Que muchas veces se nos juzgará porque no somos como el resto.
Hoy en día son muchos los cristianos que son perseguidos a causa de su fe. El Papa Francisco ha llegado a decir que hoy en día hay más mártires que nunca, sobre todo en Oriente.
Ser cristiano es ser revolucionario. No hay nada más revolucionario que el amor: perdonar al que te ofende, ayudar cuando no tienes tiempo, acabar bien tu trabajo, servir a los demás...
Hoy, quizá podemos preguntarnos, ¿Yo soy revolucionario en el sitio donde me ha tocado vivir?
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»
Estas palabras del Señor, nos consuelan. Ya nos advierte que ser cristiano no es tarea fácil. Que muchas veces se nos juzgará porque no somos como el resto.
Hoy en día son muchos los cristianos que son perseguidos a causa de su fe. El Papa Francisco ha llegado a decir que hoy en día hay más mártires que nunca, sobre todo en Oriente.
Ser cristiano es ser revolucionario. No hay nada más revolucionario que el amor: perdonar al que te ofende, ayudar cuando no tienes tiempo, acabar bien tu trabajo, servir a los demás...
Hoy, quizá podemos preguntarnos, ¿Yo soy revolucionario en el sitio donde me ha tocado vivir?
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