Feliz merecido descanso

Ha sido un año duro, con sus alegrías, sus penas, sus luchas,... Pero lo bueno es que podemos contarlo, y ahora toca reposarlo, descansar, pensar, hacer planes...

En el Evangelio de San Marcos hay un pasaje en el que se narra que, después de unos días de especial fatiga, el Señor dijo a los discípulos: «Venid conmigo a un lugar solitario y descansad un poco». Como la palabra de Cristo no está nunca vinculada sólo al momento en que la pronuncia, sino que tiene valor de eternidad, constituye también una invitación a vivir cristianamente el hecho de las vacaciones.

Toca estar más con la familia, con los amigos. Aprovechemos para estar más con ellos, más pendientes, hacer que descansen y que recojan momentos únicos de estos días en los que disfrutamos más intensamente de su compañía. Todos necesitamos recargar pilas para en septiembre darlo todo.

Es un buen momento para pararse también a pensar en cómo ha sido mi año. Qué quiero mejorar, qué ha salido genial y hacia dónde quiero ir. Profesionalmente, personalmente, espiritualmente...

Dios sigue estando también en agosto. No dejemos de tratarle en la Misa, en la oración allá donde estemos. Estar de vacaciones no significa también estar de vacaciones de Dios. Si Le ponemos lo primero, todo adquiere otro sabor, se ven las cosas con una dimensión especial y disfrutamos mucho más de todo.

En cuanto a nuestra Parroquia, sigue en funcionamiento durante este mes. Informaremos de los horarios de las Misas más adelante.

Solo queda desearos un feliz descanso y que disfrutéis allá donde estéis.